Con una misa celebrada por el Vicario de la Diócesis de Poitiers para la Vida Religiosa, el Capellán de La Puye y otros sacerdotes, se dió comienzo al XXIV Capítulo General.
La Superiora General, convocó a las 42 Hermanas elegidas para participar como capitulares y las llamó a cada una por su nombre, a lo que cada Hermana respondió: Aquí, estoy.
De esta manera, se confirmó el compromiso de buscar el querer de Dios sobre esta familia religiosa.
La presentación de ofrendas, la realizó una hermana por cada continente y un laico representando a los establecimientos para ancianos de La Puye, Bethines, y Saint Pierre de Maillé:
América: las orientaciones del Capítulo del 2004, "Contemplar a Cristo crucificado y en él a todos los crucificados del mundo".
Asia: la misión con el pueblo Karen en Tailandia, el deseo de superar los conflictos políticos - sociales, y la Iglesia en diálogo con otras religiones.
Africa: los que trabajan en estas tierras, coloridas de sol y arena, portadores de vida y de esperanza, y todo el pueblo que tiene hambre de arroz, de mijo, de reconciliación y de justicia.
Europa: todos los hombres y mujeres que están junto a los más pobres, los migrantes que luchan por ser reconocidos, las comunidades educativas, sanitarias y sociales que comparten nuestro carisma.
La dirección de los establecimientos geriátricos: laicos y hermanas que contribuyen a que estos establecimientos sean lugares de vida, de escucha, de calidad humana y de respeto.
Un momento especial de oración, fue la invocación al Espíritu Santo antes de que el Celebrante realice el envío a las Hermanas capitulares.
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